Varias delegaciones, incluida la argentina y la israelí, entre otras, abandonaron ayer el recinto cuando el presidente iraní comenzaba su discurso ante la 64°Asamblea General.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ofreció este miércoles en su discurso ante la Asamblea General de la ONU la posibilidad de crear un puente de entendimiento con la comunidad internacional aunque arremetió contra Israel por sus "políticas inhumanas" con los palestinos y contra Occidente, a su juicio, principal responsable de las guerras en Medio Oriente.
Ahmadineyad habló en un salón semivacío, porque las delegaciones más destacadas y numerosas abandonaron el lugar. Entre los representantes que lo hicieron figuraron los de la Argentina (por una orden expresa de la Presidenta), Estados Unidos, Israel, Reino Unido y Francia, entre otros.
No obstante Israel y Occidente, en concreto Estados Unidos, fueron sus dos principales objetos de crítica. Del primero condenó las "políticas inhumanas" aplicadas en territorio palestino, en referencia a la ofensiva en la Franja de Gaza entre diciembre del año pasado y enero en la que unos 1.400 palestinos perdieron la vida. Además, rechazó la "dominación" que busca Israel en los temas políticos y económicos a nivel mundial.
Asimismo, arremetió contra las "fuerzas extranjeras" de Occidente desplegadas en Medio Oriente por propagar la "guerra, el derramamiento de sangre, la agresión, terror e intimidación" en la zona, concretamente en Irak y Afganistán. "La debilidad de las naciones y la expansión de la libertad en el mundo no les permitirá continuar con su actitud viciosa e hipócrita", recalcó.
Ahmadineyad no mencionó la preocupación causada por el programa nuclear iraní. En vez de ello, convocó al desarme nuclear de todo el mundo. Y obvió las últimas amenazas lanzadas por el mandatario estadounidense, Barack Obama, y su par ruso, Dimitri Medvedev, que no descartaron aplicar "sanciones más duras" contra Teherán si éste no abandona su programa nuclear.
Tampoco se refirió al pedido de la presidenta argentina, Cristina Kirchner, para que "permitan la extradición de funcionarios iraníes" que solicita la justicia argentina por las supuestas responsabilidades en los atentados a la Amia y a la Embajada de Israel. En cambio, buscó mostrarse a sí mismo como un defensor de los países en desarrollo, que enfrenta los ataques de un capitalismo rapaz.
En cuanto a los asuntos internos de su país, ahmadineyad insistió en que ganó una "gran mayoría" de los votos en las elecciones de junio, que calificó de "gloriosas y plenamente democráticas". Políticos de la oposición reformista han denunciado que ocurrió un fraude electoral de grandes proporciones, y Ahmadionejad ha estado en el centro de la turbulencia política desde entonces.
Poco antes de que el presidente iraní interviniese ante este foro internacional, cientos de personas se congregaron en el exterior de la ONU con banderas iraníes y las caras pintadas de verde para pedir libertad y democracia en ese país.
Los manifestantes portaban igualmente pancartas de rechazo al régimen iraní y pedían al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que abriese una investigación sobre el proceso electoral iraní, que calificaron de fraudulento.